Estimados y estimadas: Acudo a ustedes como padre de un hijo varón de 12 años, en el comienzo de la pubertad. Creo que no tengo que explicar que esto de ser padre/madre a veces se complica de verdad, más aún en mi caso, que soy viudo. Bueno, pues me encuentro en uno de esos momentos complicados de verdad. Con la edad que tiene mi hijo creo que ha llegado la hora de que tengamos una conversación sobre educación sexual; llevo tiempo queriendo hacerlo pero no hago más que darle largas porque no se ni como empezar. Les estaría muy agradecido si pudieran ayudarme dándome algún consejo, recomendación o idea al menos de como comenzar la conversación. Gracias.
Hola. Pues la verdad que mis padres nunca nos han hablado de eso, ni a mi ni a mis hermanos, y casi lo prefiero, hubiera sido mucho peor, tienen la cabeza llena de prejuicios y falsos miedos, y ahora esos miedos y prejuicios los tendriamos nosotros. Yo todo lo he aprendido gracias a internet, y tambien gracias a mis amigas y amigos; todo esta ahi, solo tienes que saber buscar y preguntar, como en este foro. Y a mis hermanos yo les digo lo mismo: navegad, buscad, satisfaced vuestra curiosidad y preguntadme si os hace falta, pero mejor nada de charlas con los padres, no tienen mucho sentido.
Aunque lo que dice Yoye_EQ es verdad, los niños de hoy, con internet, de esas cosas saben más que nosotros, así que no le des tanta importancia.
Mi recomendación, por tanto, que te prepares bien, y que no lo fuerces, que intentes que sea natural en la medida de lo posible.
Hola. Pues mi padres lo hicieron de una manera un poco diferente a la que contáis, pero un poco con el punto de "autobusqueda" que comenta Yoye_EQ. Buscaron un libro sobre el tema que ellos consideraban acorde a su punto de vista y me lo regalaron para mi 13 cumpleaños. Yo me quedé sorprendido al principio, pero reconozco que una manera muy ingeniosa de comenzar el tema: Para empezar no pasamos todos tanta vergüenza hablando en general sobre esas cosas y fue útil en el sentido de que yo iba leyendo según tenía necesidad, y estaba escrito en un lenguaje acorde a mi edad. Lo único es que quizá fue algo frío y distante y luego no sentí mucha confianza con mis padres como para preguntarles más.