¡Buenas tardes! Tengo un hijo adolescente y temo que pronto va a empezar a fumar, casi todos sus amigos lo hacen ya. Yo puedo decirle que fumar es malo, pero su padre fuma y no sé qué decir al respeto. ¿Cómo puedo decirle que no es bueno fumar si uno de nosotros lo hace? Creo que le estamos dando un mensaje contradictorio, siempre me han dicho que hay que practicar con el ejemplo. Mi marido le dice que se enfadaría mucho verle fumar, pero no deja de hacerlo delante de él. ¿Ustedes qué piensan al respeto? ¿Qué debo hacer? ¡Gracias de antemano!
¡Buenas tardes! Yo he sido fumadora antes de tener a mis hijos, pero hoy en día no fumo. A mis hijos les estoy diciendo que fumar es muy malo y le cuento que mal lo estaba pasando en aquel momento. Mi marido fuma y ellos ven que el tabaco huele mal, les produce tos y malestar. Les digo que esto está muy mal pero su padre ya no es capaz de dejar este vicio. Parece que lo han entendido bien. Les conté porque había fumado y lo difícil que ha sido dejarlo. Pienso que hay que ser sinceros con los niños. Yo le hablo a mis hijos de mis errores y les explico que lo he hecho mal porque no conocía las consecuencias. Les digo que es mejor aprender de los errores de los demás que directamente. De momento me funciona.
Yo pienso que no es tan difícil. Tú le pones unas normas y ella tiene que obedecer sí o sí. Yo he hecho un pacto con mi hija, ella puede hacer lo que quiera mientras aprueba todos los exámenes. El día que suspenda, será castigada. Veo que esto funciona de maravilla, mi hija ha mejorado mucho este año en el colegio. Creo que a los hijos hay que darle una oportunidad, si no cumplen con algo se les quitan lo que más les gustan. Ellos tienen que saber que nosotras somos madres y, mientras viven bajo el mismo techo, deben obedecer.
Yo a mi hijo le diría que el tabaco es muy malo, pero que en mi época la gente era muy ignorante y no sabía dónde se metía. Si hace falta culpar a alguien, puedes empezar con el gobierno, por no tomar las decisiones adecuadas. La gente hace esto para escaquearse, lo sé yo. Fumar es algo malo, pero la gente se lo ha tomado como algo muy divertido. Es muy difícil renunciar a un vicio. Los vicios son caros. He visto padres que compran alcohol y tabaco para el botellón de sus hijos, para que estos no vayan más lejos en búsqueda del alcohol. ¡Qué fuerte!
¡Buenas noches a todos! Yo a mis hijos les hablo con la verdad por delante. Les he dicho que yo soy un vicioso y no puedo dejar de fumar y que no quiero nada de esto para ellos. De momento mis hijos lo entienden, pero no sé lo que va a pasar el día de mañana. Mi mujer les cuenta que el tabaco es muy caro y que produce muchas enfermedades. Al principio, los pobres, se preocupaban por mí, pero yo les ha dicho que algún día dejaré de fumar. He empezado a fumar menos para evitar el conflicto. ¡No es fácil!