¡Hola, buenas noches! Os escribo porque me siento un poco incomodos estos días por recibir demasiados regalos. Yo no soy muy de regalar, pero si me regalan algo me siento obligado a regalar yo también algo. No sé cómo explicarlo, me gusta que me regalen cosas, pero no que me obliguen a hacer yo otro. Me he preguntado si es mejor regala o recibir, estoy hecho un lío en este momento y no sé qué pensar. Disculpad mi torpeza, me expreso con dificultad cuando hablo de temas así. No quiero parecer egoísta, pero a mí los regalos me producen ansiedad.
Yo soy peor que los niños con los regalos, me encanta recibirlos. También me gusta regalar, pero pocas veces puedo hacerlo. Lo que más regalo yo son cosas hechas por mí. A veces hago cosas de madera, cuando tengo tiempo y voy al pueblo. También escribo cosas bonitas. No llego a escribir relatos, pero algo es algo. La semana pasada me regalaron unos prismáticos muy buenos y he salido al campo a mira las maravillas de la naturaleza. Me encantó el regalo, sobre todo porque me lo ha regalado un amigo de la infancia que vive en Francia. Recibir regalos es lo más.
Regalar es lo más bonito que hay, me encanta regalar y hacer feliz a los demás. Regalar es una cosa y ceder a un chantaje (o hacer algo por obligación) es otra cosa. Tampoco soy generoso con todo el mundo, hay persona que no se lo merece y tienen que aprender la lección. Yo soy bueno, pero no tonto. Hay personas que piensan lo contrario, piensan que pueden aprovecharse de nuestra bondad y nos consideran tontos. Una novia que tuve hace poco, pensaba que yo era tan necesitado de tener pareja que haría por ella cualquier cosa. Lo mismo pasa con los regalos, la gente te quita una mano si le das un dedo.
Yo no quiero que me regalen nada, tampoco quiero recibirlos si me ponen en un compromiso. Si me apetece algo prefiero comprármelo sola, no malgastar el dinero en un regalo. Hasta ahora he tenido que hacer regalos para los cumples de las amigas de mi hija, pero no me ha gustado nada. Yo regalaba siempre algo mejor y a mi hija le regalaban coas que no nos servía para nada. Por eso he decidido comprar lo mismo que ellas, de los chinos. Se me ocurre algo mejor, pero no van a querer aceptar mi propuesta. En fin, regalar no es lo mío.
Yo creo que las dos cosas son bonitas si se hace de corazón. A mí me encanta regalar cosa a las personas que quiero. Pero no siempre regalo cosas materiales. A veces regalo un pedazo de mi corazón, regalo momentos inolvidables, regalo abrazos, regalo tiempo … Estos regalos son para mí los más valiosos, porque son los regalos que mejor me han hecho sentir a mí. Todavía recuerdo los momentos de mi primera juventud, donde disfrutaba al máximo de la compañía de mis mejores amigos y amigas. El tiempo ha pasado , pero dentro de mi corazón conservo aquellos regalos maravillosos. También he podido disfrutar hace poco del tiempo que me dedicaron unas personas especiales.