Buenas. Somos una pareja joven con un hijo que acaba de cumplir los siete años. Hemos pensado que sería un buen momento para apuntar a nuestro hijo a algún tipo de actividad de tiempo libre, para que aprenda algo nuevo, para que socialice un poco y sobre todo para que haga algo aparte de jugar a los videojuegos. La pregunta ahora es a qué. Yo creo que lo mejor sería que hiciera algún deporte, es una costumbre muy buena para la salud y a lo mejor tiene talento para dedicarse a ello, pero si la cuestión es desarrollar “talento” mi mujer dice que sería mejor apuntarle a tocar un instrumento, por eso de que es divertido y agradable además de que le puede ser útil en un futuro y además cogerá buenos hábitos de estudio que le vendrán bien en el futuro. Así que no sabemos bien qué hacer. ¿Algún consejo o alguna recomendación?
Hola. Tengo que empezar diciéndole que para mí no tiene mucha lógica plantearse una pregunta así, porque el deporte y la música no son actividades incompatibles o excluyentes, sino que más bien complementarias: practicando una y otra, como usted mismo apunta, se desarrollan habilidades y capacidades diferentes, que además se complementan. Por lo tanto, si yo fuera usted, intentaría darle la oportunidad a mi hijo de que, al menos en cierta medida, pueda practicar tanto una como otra. Yo lo veo de primera mano en mis sobrinos: Con el deporte desarrollan la condición física, la resistencia, la coordinación, el equilibrio, etc. además de las habilidades sociales, mientras que tocando un instrumento, que es una actividad más individual, aumentan la memoria, la precisión, la capacidad lógica y estética… A cada uno le gusta más una cosa que otra, pero disfrutan de ambas, y les viene igualmente bien.
Yo también creo que ambas cosas son importantes, así que quizá lo mejor es que vuestro hijo pruebe ambas y vea qué se le da mejor, hacia qué tiene más afinidad y qué le gusta más. Por ejemplo, el hijo de mí tía empezó a aprender guitarra con un profesor particular a los seis años. Dos anos después decidieron apuntarle también a hacer deporte porque no tenía muchos amigos y lo vieron como una forma para que socializase más. Sin embargo como lo del deporte no le iba muy bien lo dejo y al tiempo, nuevamente para socializar, se apunto a un grupo de baile y a un coro, lo que le ayudo a tener mas contacto con chicos de su edad y a trabajar en equipo. Todo este tiempo ha seguido tocando la guitarra. Lo importante aquí es que mis tíos le han dado varias posibilidades lo que le ha permitido ir eligiendo, y es lo que creo que tendríais que hacer en lugar de elegir “de antemano” que es lo mejor.
Por mi experiencia yo también estoy de acuerdo con Bizet. Creo que lo mejor es que ofrezcáis a vuestro hijo diferentes posibilidades y que él elija. Por mis hijos se que si vosotros decidís por ellos y les apuntáis a algo que ellos no han elegido no van a tener la motivación suficiente para seguir con ello: Por ejemplo, yo le compré una guitarra al mayor cuando cumplió 10 anos pensando en apuntarlo en la parroquia que dan clases gratis y no fue ni un solo día. Y también lo apunté a Karate porque una vecina me dijo que le vendría muy bien y paso algo parecido: la mitad de los días mi hijo se quedaba jugando al baloncesto con sus amigos, que era lo que realmente gustaba. Así que aprendí la lección y le apunté a Baloncesto. A la pequeña no la he apuntado a nada, ella misma cogió la guitarra de su hermano y me dijo que quería ir a aprender en la parroquia y así ha estado tocando un par de años.
¸Pues que queréis que os diga, a mi me parece mucho mejor lo que hicieron mis padres: a mí no me apuntaron ni a ningún deporte ni a tocar ningún instrumento, -y me alegro, porque ambos me parecen una pérdida de tiempo- sino que me apuntaron a aprender inglés y desde bien pequeño: Hay que aprovechar que los niños pequeños aprender muy rápidamente para que aprenda dos o tres idiomas, por ejemplo, alemán y chino o ruso aparte del inglés, porque eso es lo que de verdad merece la pena y lo que le va a venir bien: saber idiomas es lo que te abre las puertas al mundo y te ayuda de verdad a la hora de buscarse la vida, y no el deporte o tocar un instrumento; pocos son los que pueden vivir del deporte o de la música hoy en día, pero todos necesitamos idiomas extranjeros para poder trabajar en casi cualquier cosa.