Estimados miembros de este foro, quisiera compartir con ustedes un problema, personal y familiar, con el deseo que que puedan ayudarme. Brevemente diré que mi madre se divorció hace unos 7 años y desde hace casi dos años mantiene una relación con otro hombre con el que recientemente se ha casado. Yo ya desde hace tres -desde que cumpli la mayoría de edad y empece la universidad- vivo con mi padre, con el que siempre he tenido mucho más apego y cariño que a mi madre. Este nuevo marido de mi madre es un buen hombre y se que para mi madre es importante que yo tenga una buena relación con él, pero la verdad que no me sale tener ningún tipo de cercanía con él. Agradecería si me pudieran dar algún consejo.
Por este tipo de cosas es por lo que decidí en su momento que lo mejor era no buscar una nueva pareja y creo que acerté. Siempre he pensado que no es una situación nada fácil para los hijos. Y por lo que veo la edad no lo hace más sencillo, y más bien pensaba lo contrario: Tienes casi la misma edad que mi hijo y sigue siendo un problema. Entiendo que, como dices, para tu madre sea importante que tengas una buena relación con su nueva pareja, porque todo influye también en la relación que tenéis entre vosotras, pero creo que no tienes que sentirte presionada por ello, no puedes forzarte a tener amistad con alguien solo porque sea la pareja de alguien que te es cercano. Quizá lo mejor sería que hablases con tu madre; a mi me gustaría que mis hijos me lo dijeran si se encontrasen en esa situación.
Yo estoy totalmente de acuerdo con lo que dice LaFaraona. La pareja de mi madre, de una de mis primas o de una amigo mio no tiene que ser mi amigo, no tengo que llevarme bien con él, o con ella, por lo menos no tengo porque tener la obligación de serlo. Esto te lo digo por propia experiencia, creo que ya he escrito aqui que no congenio con la nueva pareja de mi madre. Para mi lo importante es, primero, que la trate bien y segundo, que no se meta en nuestras cosas, y que me deje vivir mi vida, porque no es mi padre, y nunca va a serlo. Y por supuesto nunca lo voy a tratar como mi padre: Podemos vivir en la misma casa, podemos comer, cenar, hacer o celebrar algo todos juntos, y es suficiente con que seamos respetuosos y correctos el uno con el otro, nada más y nada menos. La confianza se la reservo solo a mi padre.
Yo también tengo una experiencia similar, con el marido de mi hermana, nunca nos hemos caído simpáticos el uno al otro. Mejor cada uno por su lado, con respeto, y sin crearnos problemas, por consideración a mi hermana.
No quiere decir, sin embargo, haya que negar la posibilidad de poder tener una amistad con la pareja de una persona querida, sino que no hay que forzarla, igual que no fuerzas la amistad con cualquier otra persona. Yo, en tu lugar tendría paciencia, que me daría tiempo; tendría algo de contacto con él, iría a comer o a cenar con ellos e iría abriendo espacio poco a poco para ir conociéndolo y construyendo cierta cercanía, como harías con cualquier otro amigo.
Bueno, yo creo que aquí estamos hablando de una cuestión más seria que la de ser o no ser amigo de la pareja de una persona querida, porque no es que el padre haya fallecido o no tenga mucho contacto con este chica (como creo recordar haber leido en otro tema que es el caso de LaFaraona) sino que ella está muy ligada con el padre biológico. Mi madre, por ejemplo, siendo viuda, sigue muy ligada a la familia de mi padre, y cuando la he preguntado porque no ha vuelto a tener pareja me ha dicho que lo sentiría como una traición a la familia de mi padre, que es también su familia. Puedo imaginarme entonces que esta chica también puede tener sentimientos de culpa o de traición hacia su padre, el cual está vivo y con el cual tiene tanta relación, que le hacen rechazar la idea tener amistad con una figura que reemplaza a su padre como pareja de su madre… Sea lo que sea, es un buen tema para una charla con un psicólogo.