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Buenas. Les escribo buscando ayuda y consejo sobre mi situación familiar, que es, por desgracia, problemática. Soy una mujer viuda con dos hijos, ya mayores, uno con 23 y otro con 21 años. Mi marido nos dejó, tristemente, a los 2 años de nacer el pequeño. Desde entonces he estado entregada a mis hijos en cuerpo y alma. Hace ya un par de años que, puesto que ellos ya hacen su vida, van a la universidad en otra ciudad, etc., decidí reconstruir mi vida: encontré, después de tanto tiempo, una nueva pareja, cosa que no fue fácil, y no precisamente por mi edad sino por el hecho de tener dos hijos ya mayores. A mis hijos tampoco les hizo mucha ilusión, pero aceptan mis decisiones. La última de ellas, prometerme con mi nueva pareja y casarnos en un plazo de un año. Y en todo esto el problema es que a medida que voy tomando más cercanía con mi pareja, veo más recelo entre él y mis hijos, en ambos sentidos: no congenian, ni él con ellos ni ellos con él. Y ante la perspectiva de casarnos la verdad que no se que hacer estando las cosas así.

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Buenas. Yo ya he contado algunas veces que, siendo mis hijos pequeños, decidí, como tú, dedicarme entera y exclusivamente a ellos y renunciar a tener una pareja para evitarles más traumas añadidos al del divorcio. Pero eso no quiere decir que haya renunciado a tener una pareja en unos años, como en tu caso. No se si me casaría, eso es lo de menos. Y la verdad que le he dado varias vueltas a lo que tú comentas: Probablemente mis hijos lo aceptarían, y claro, a mi nueva pareja no le quedaría otra opción que aceptar a mis hijos pero, ¿va a llevarse bien con ellos? ¿Y ellos con él? Aunque mis hijos en ese momento, teóricamente, tendrían su vida (e incluso su propia familia) para mi es básico que nos llevásemos todos bien, y creo que éste va a ser mi requisito fundamental al escoger una nueva pareja. Creo que tu también deberías haber pensado en ello.

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Hola. Veo que es una situación francamente complicada emocionalmente, y seguramente te encuentras muy incomoda teniendo que hallar la manera de que estas tres personas tan importantes en tu vida se lleven bien. Quizá sería necesario ver cuales son las causas de ese “sentimiento mutuo de animosidad”, si es una cuestión puramente personal, de forma de ser, de carácter, o si tiene que ver con celos por parte de unos y otros, con miedo a perderte por parte de tus hijos o a no tenerte totalmente por parte de tu prometido, o a cualquier otra cuestión relacionada con vuestra situación e historia familiar, con el fallecimiento de tu marido/padre de tus hijos y lo que eso supone tanto para tus hijos como para tu prometido.

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Hola. Esto que cuentas me suena un poco a documental de naturaleza, en concreto, a un grupo de lobos en el que en el momento en que los machos maduran se produce la animosidad entre los machos de diferentes generaciones que viven en torno a una misma hembra, que es a su vez concubina de unos y madre de otros, y que obliga a los jóvenes a abandonar el grupo y formar el suyo propio. Perdona por la comparación pero a mi me parece que no hay más motivo para no llevarse bien que los celos que tiene tu prometido de tus hijos y tus hijos de tu prometido. Todos quieren tener tu amor, y todos ellos luchan por él. Yo que tu hablaría muy seriamente con los unos y los otros y les explicaría que son amores compatibles.

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Lo primero, gracias a todos por vuestros comentarios. Bizet, la muerte de mi marido fue, inesperada y trágica. Tuvo un accidente de tráfico del que no sobrevivió. Yo era entonces bastante joven y si salí adelante fue gracias a mis hijos. Puedo imaginarme que habiendo sido mis hijos mi principal sustento para seguir viviendo, eso nos ha hecho estar emocionalmente muy unidos. Y ahora que son mayores y no vivimos juntos lo seguimos estando. Ya les he dicho que el hecho de que haya una tercera persona no quiere decir que esto vaya a cambiar. Ellos también tienen sus parejas.
La situación de mi prometido es diferente: El es divorciado. El motivo de su divorcio es que el no puede tener hijos; su mujer lo dejo por otro. Yo pensaba que, puesto que siempre le han gustado los niños y no habiendo podido tenerlos, no iba a tener ningún tipo de problema con los míos. El por fin iba a tener unos hijos, y mis hijos iban por fin a tener una figura masculina en la cual apoyarse cuando les hiciera falta.
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Las cosas no funcionan así como tu las has pensado. No puedes esperar que tus hijos vean en tu pareja el padre que no han tenido y que seguro que les ha hecho falta -y les sigue haciendo falta- ni que tu pareja vea en tus hijos eso hijos que a él le hubiera querido tener y no ha podido. Es forzar mucho una situación en la que tendría que desarrollarse una relación, es imponer unos lazos emocionales de manera totalmente artificial y eso es algo que no puede funcionar. En mi familia es igual: Mi madre se junta con otro hombre, este hombre viene a vivir a nuestra casa, por mi todo bien, pero de buenas a primera empieza a comportarse como si fuera mi padre, y espera que yo le “obedezca” como un hijo. Eso no puede funcionar: La autoridad, el respeto, la admiración, la cercanía, la confianza se construyen con el tiempo, y entre los padres e hijos, a medida que crecen y se desarrollan juntos.
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