Mi suegra me amarga la vida

¡Qué bien que yo no tengo suegra! Bueno, ni pienso tener. Yo quiero seguir viviendo la vida loca, pero si algún día por cualquier circunstancia me comprometo con alguien prefiero vivir lejos de su familia. Ahora que lo pienso bien, de la mía también. Mi madre es peor que una suegra. Si invito a alguien a mi casa mi madre ya le está entrevistando. Esto no es nada, a veces si abre ella la puerta y no le gusta quien llama, le dice que no estoy en casa. Habla mal de mí delante de las chicas, a mis amigos les llama vagos y les manda a sus casas… ¡es terrible!  ¡Si una suegra es como mi madre yo prefiero estar solo, de verdad!

¡Siento que tu suegra sea así! Yo tengo suerte con la mía, de verdad. Me llevo muy bien con ella, es como una madre para mí. Sabe escuchar, se queda con mis hijos, incluso me prepara la comida todos los días. Siempre habla bien y a todo el mundo le dice que tiene una nuera maravillosa. Puedo decir que he tenido suerte con ella, con ella y con mi cuñada. ¡Son muy buenas personas! Comparto mi experiencia para demostrar que existen también las suegras buenas. Hoy he quedado con ella para ir a comer a un restaurante a comer, mi cuñada se queda con los niños.

Fidela, lo que no me has dicho ha sido si vives con ella bajo el mismo techo o no. Esto influye mucho. ¡Yo no sé qué les pasa a estas mujeres, de verdad! Mi suegra es igual que la tuya, ya lo he dicho en otra ocasión. He tenido problemas considerables con ella. Mi suegra quiere todavía “manejar” a su hijo y no le gusta que haya nadie en su vida más importante que ella. Por esto quiere ser la dueña perfecta porque quiere demonstrar que ella hace las cosas mejor que yo. A la tuya le pasa lo mismo. Quiere transformarte en algo parecido a su ideal de nuera, muy parecida a ella. No le hagas caso y, si vives con ella, búscate un nuevo hogar. ¡Ánimo!

¡Qué suerte tener una suegra como la de Guada! ¿De verdad existe? Era broma, siempre hay excepciones, pero la mayoría de las suegras son malas. No sé si mala es la palabra adecuada… Mi suegra es la típica suegra. Cada vez que me ve me examina con su mirada, luego hace sus comentarios sobre el tamaño de mi falda, sobre mi peinado etc. Después me dice que todo el mundo trabaja y el que no trabaja es porque no quiere. Yo le contesto que a mí me gusta mi falda y trabajo mucho en mi casa. Ella me contesta que todo el mundo tiene casa, marido e hijos y que lo más importante es trabajar fuera. Luego se mete con mis hijos, los compara con los demás nietos (los míos son peores) para que me salten las lágrimas. Así es mi suegra, ni más ni menos.

He leído tú mensaje y parece que lo he escrito yo en un momento de desesperación. Mi suegra es como la tuya, para no variar J  Al principio me afectaba todo esto, pero, analizando a mi suegra, he llegado a la conclusión que no merece la pena. Mi suegra es una mujer de otra época, no ha tenido la educación adecuada y nuca ha salido de la palabra de su madre. Todavía me dice que esto ella no lo ha visto nunca y que su madre no lo hacía así. No es una persona de mente abierta, es muy tradicional. No la entiendo, pero intento comprenderla. ¡Es difícil comprender a una suegra! No me gusta lo que está haciendo, pero no voy a seguir peleando porque es una batalla perdida. Esto tampoco significa que le voy a dar la razón. Lo que estoy haciendo ahora es evitarla, evitar los conflictos. No veo otra solución.

Si me permites te puedo dar unos consejos:

¡No dejes de ser tú para complacer a nadie y... búscate  rápidamente un piso!

¡Ánimo!