¡Hola, buenos días! Me llamo Jorge, tengo 33 años y os escribo desde Barcelona. Yo antes vivía en un pueblo del sur, pero ahí hay mucho menos trabajo que aquí y he decidido marcharme para tener un trabajo mejor. Nosotros en el sur somos como una gran familia, sobre todo en los pueblos. Barcelona es una ciudad muy bonita, pero a mí me parece demasiado fría. Aquí tengo un buen trabajo, vivo más o menos bien, pero no es lo mismo. Echo de menos mi pueblo y mi gente…mi todo. Solo una persona que ha migrado alguna vez sabe que no salimos de nuestros pueblos por gusto. Me invade la nostalgia y no sé qué hacer. Me dejo en vuestras manos. ¡Gracias!
Cargando...
Cargando...
¡Buenas noches, Jorge! He leído tu mensaje y he pensado en mi amiga Karen, es una chica americana que vive en España, es vecina mía. Lleva cuatro años aquí, pero siente lo mismo que sientes tú. Su marido decidió ayudarla y le regaló un billete de avión para poder ver a su familia cuanto antes. Después de unas cortas vacaciones de dos semanas, volvió como nueva. Yo creo que tú también necesitas tomarte unas vacaciones para poder ver a tu familia y a tus amigos. ¿No puedes escaparte un fin de semana? Hay que hacer todo lo posible para ver a los tuyos, te ayudará a pensar con claridad.
Cargando...
Cargando...
Querido Jorge, tienes que ser fuerte. No podemos tenerlo todo, por esto hay que elegir. Tú has tomado una decisión importante, creo que lo has pensado muy bien antes de actuar. Cada vez que te invade la nostalgia, acuérdate como vivías antes, acuérdate por qué te has ido de tu localidad natal. He visto que alguien te recomienda visitar tu localidad para que se te pase. Puede ser, pero tiene que ser por lo menos una semana. Yo estoy seguro que en dos días lo vas a pasar peor, no te da tiempo a interaccionar con todo el mundo y te parecerá todo demasiado bonito, cosa que te hará sentirás nostalgia después de volver al trabajo.
Cargando...