¿No pudo encontrar lo que busca?

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Mi novio y yo llevamos unos 7 meses juntos. En este tiempo hemos sabido entendernos y acercarnos el uno al otro, por supuesto con nuestras diferencias y alguna que otra discusión sin importancia. Hace dos días, para sorpresa de ambos, tuvimos una fuerte pelea. Todo empezó por una tontería pero al final acabamos gritandonos el uno al otro y diciendo cosas que estoy segura que no pensamos el uno del otro, solo para hacernos daño. Yo pensaba que al día siguiente íbamos a vernos, a disculparnos, a hablarlo y a arreglarlo todo pero él no mostró ninguna iniciativa. Ni yo tampoco. Desde entonces hemos intercambiado solo un par de mensajes. La verdad que no se lo que está pasando. Ni siquiera estoy ya segura de lo que siento. Y la verdad no sé si esto es, en definitiva, el final de nuestra relación. Si tenéis algún consejo o alguna experiencia con la que podáis ayudarme a aclararme un poco os estaría muy agradecida.

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Hola. Evidentemente una cosa así no pasa de la noche a la mañana, es decir, esa pelea tan grande, tan de repente ha sido sencillamente la eclosión de algún problema entre vosotros que viene ya de largo y que alguno de los dos ha estado ocultando. A lo mejor incluso los dos. O a lo mejor incluso no habéis sido conscientes de ese malestar, de esa frustración hasta que no se ha abierto la caja de pandora. Así que lo primero que te recomiendo es que pienses en eso, en lo que te ha hecho estar tan enfadada, en lo que te ha podido hacer tan infeliz junto a tu novio, probablemente en aquello que a lo mejor esperabas de la relación pero que no ha llegado a cumplirse. Es decir, para empezar, pregúntate a tí misma cual es el problema desde tu punto de vista, y si ese problema es algo que se puede solucionar con buena voluntad o no, y entonces, habla con él.

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Estoy totalmente de acuerdo con Bizet. Definitivamente hay algo que no funciona entre vosotros y que probablemente os habéis estado ocultando a vosotros mismos. Seguramente eso mismo es lo que te impide dar un paso a la reconciliación: que dentro de ti no estabas conforme con esa relación, pero por tus razones no querías admitirlo. Puede ser que ninguno de los dos haya estado satisfecho con esta relación pero no haya tenido coraje de decirlo sino que habéis preferido aguantar antes que abrir la pregunta de si sois realmente una pareja que funciona y que se quiere. Pero eso es como una bomba, antes o después hay que tomar decisiones importantes y entonces todo sale. De todas maneras, no seas fatalista. Lo fundamental es que pienses si le sigues queriendo y si tienes voluntad de afrontar el problema sea cual sea. ¡Ánimo!
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Gracias Bizet y Cha_Pelus. He estado pensando toda la noche en lo que me habéis dicho. Si, es verdad, hay cosas que me han estado quitando el sueño estos meses pero que ni quería admitirme a mí misma y, además, me daba bastante reparo hablar con él. Esta mañana nos hemos visto y hemos hablado sobre el tema. Bueno, mejor dicho he hablado yo abierta y sinceramente sobre el tema. El apenas ha hablado y su mirada ha estado constatemente perdida. Ha estado frío y distante, ausente, como nunca antes. Es como si hubiera construido un muro emocional alrededor suyo. Le he preguntado si todavía me quería o si prefería dejarlo, me ha respondido que no sabía, que está confundido… Yo estoy segura que todavía me quiere, pero es evidente que hay algo dentro de él que le atormenta. Yo no quiero abandonar, pero tampoco quiero presionarlo. ¿Qué puedo hacer?
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Bueno, tu ya has hecho tu parte: Has encontrado lo que te hacía infeliz, has tomado conciencia de ello y se lo has dicho. Ahora tienes que tener paciencia y ser realista y consciente de que eso no te asegura el que él, incluso aunque te quiera, pueda hacer lo mismo: sacar a la luz, reconocer, poner sobre la mesa y buscar soluciones para el problema. Es decir, no puedes caer en la trampa de las expectativas y a través de ellas presionarle a que cuente lo que le pasa, o a que tome una decisión. De esa manera lo único que vas a conseguir es que se cierre más en si mismo, o que te diga lo que quieres oir por no aguantar la presión, lo cual sería cerrar el problema en falso, que volverá a aparecer cuando menos te lo esperes. Yo te recomendaría que te preparases para lo peor, para el hecho de que, aunque él te quiera y él quisiera estar contigo a lo mejor no está preparado para enfrentarse a lo que eso supone.
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Hace unos días un chico escribía un tema sobre sus problemas con sus amigos y si podía llamarles todavía amigos, y yo le contestaba que habiendo tanta gente como hay en el mundo, hay que saber dejar irse a aquellos que no nos aprecian como somos y estar abierto a esa otra gente que puede llegar en nuestras vidas. Y yo a tí te digo los mismo: quizá tu relación con este chico esté realmente  terminada, y, bueno, pues es triste pero no es es fin del mundo y no hay que hacer un drama de ello; hay más chicos por el mundo a quien conocer y con quienes empezar otra relación: en otras cosas serán mejores, en otras no. Lo único se si que tienes que hacer, para que esta relación tenga sentido en tu vida, es aprender de tus errores: Dices que has visto cuál era tu problema, pues resuélvelo, y podrás decir que este chico ha tenido un lugar importante en tu vida porque ¡te ha ayudado a que la siguiente relación sea mejor!

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Yo no puedo estar de acuerdo con Yoye_EQ. Siempre lo más fácil es abandonar, dejar aquello que nos exige más esfuerzo y compromiso. Si fuera así no habría más parejas por el mundo. Y eso lo digo yo que estoy divorciada y muy contenta por ello. Dices LilaViolet que tienes la sensación de que él ha construido un muro emocional alrededor suyo, que está confundido y que no te ha confirmado que te quiere. Pero tampoco ha confirmado lo contrario, y tampoco, hasta el momento, no habéis decidido romper vuestra relación; es decir existe el deseo y la esperanza de no abandonar. Y es con esto con lo que tienes que comprométete e intentar seguir adelante. Estoy de acuerdo con Bizet en que no debes presionarlo. Al contrario dale tiempo, espacio, pero dejándole saber que estás ahí, a su lado, para cuando el te necesite, para cuando él se sienta preparado para poder compartir su problema contigo.

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