Mi hija, menor de edad, se ha quedado embarazada. Intento serle de apoyo, pero es difícil

¡María Rosa, qué miedo me da todo eso! Las que tenemos niñas somos 10 veces más preocupadas que las que tienen niños. Mi hija tiene 13 y ha recibido buena educación sexual, pero nunca se sabe. Las niñas de hoy en día no escuchan los consejos y se arriesgan a todo. Co tal de complacer a un chico, sobre todo si están enamoradas, hacen todo lo que les piden. Y, perdóname, con 16 años una chica es todavía muy joven para razonar en condiciones. No te queda otra que aguantar este mal trago, es tu hija y debes apoyarla. Donde comen 2 comen 3 …¡ya sabes!

Querida María Rosa, no te queda otra que mantener la calma, es lo que toca en estos momentos. Es difícil, pero todo cambiará con el tiempo. Anima a tu hija que continúe los estudios, apóyala con el bebé y te lo agradecerá toda la vida. No permitas que se rinda, te necesita más que nunca. Yo tengo una amiga que a la edad de tu hija ha tenido un bebé. Sus padres eran muy buenos y la ayudaron salir adelante. Lo pasó mal los primeros años, es muy duro todo esto. Me comentó que lo que más le ha costado h sido perdonarse a sí misma. Hoy es abogada y felizmente casada.

Mi hija se quedó embarazada hace 20 años, creo que tenía 17 años o algo así. Lo tenía todo y se enamoró de un chico sin estudios, huérfano y sin ambiciones. La eché de casa, para nuestra familia era algo vergonzoso, somos gente muy conocida en la ciudad y no podía soportar la vergüenza. Mi madre la acogió en su casa y a poco tiempo se fue a vivir con aquel impresentable. Vivieron juntos unos 5 años, hasta que despertó y le dejó. Hemos hecho las paces y me arrepiento mucho de no ayudarla cuando más me necesitaba. He sido una egoísta, tu eres admirable.

¡Muchísimas gracias a todos! No es nada fácil ver como los planes que tienes para tu hija se tuercen, es muy complicado. Yo tenía otros planes para ella, como cualquier madre, pero ha pasado lo que ha pasado y ya no se puede hacer nada. Yo no estoy de acuerdo con el aborto, es un crimen y un pecado. Menos mal que en esto me ha hecho cas y, por lo menos, algo ha aprendido de mí. Su padre dice todo lo contrario, dice que se ha arruinado la vida. Ya me encargaré yo de demostrarle que hay que apostar por la vida.