Mi marido y yo nos hemos distanciado tanto que ya dormimos en camas separadas. Ya no me atrae físicamente y parece que el siente lo mismo. Yo he cogido bastante peso con los tres embarazos y mi marido ya no se cuida como lo hacía antes. Solo tenemos en común a nuestros hijos, tengo esta sensación…. Hemos vivido momentos inolvidables pero la llegada de la crisis nos ha separado poco a poco. Yo ya no puedo ir al gimnasio o a la peluquería y mi marido está todos los días en el sofá. Yo le quiero mucho porque es una persona maravillosa pero no sé si hay esperanza para nuestro matrimonio. ¿Vosotros qué pensáis?
Cargando...
¡Margarita, tú lo has dicho: tus hijos! Estáis unidos por vuestros hijos. Cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana. ¿Era así? No sé cuál es vuestra situación económica, pero esta crisis acabó con muchos matrimonios. Yo tengo unas amigas que se casaron por interés y acabaron muy mal. Ahora no tienen ni amor ni dinero. ¡No es tu caso, perdona! Yo creo que sois el típico matrimonio basado en la atracción física. No pensabas tú nunca que vas a cambiar tanto, ni te has imaginado a tu marido como es ahora… ¡Mal hecho! Es el problema que realmente tenéis. Sólo te atraía físicamente y ahora te has dado cuenta que aparte de esto no le ves nada bueno. Podéis hablar un día del pasado y a lo mejor los recuerdos os anima un poquito…¡Lo veo difícil, pero inténtalo!
Cargando...
Es una situación delicada. Yo no entiendo por qué os empeñáis en seguir juntos. A lo mejor os venía bien tener un matrimonio abierto. Podéis seguir con vuestro matrimonio, pero cada uno que haga lo que le apetezca. Una relación muerta es difícil de resucitar. Habla con tu marido, a los hombres nos gustan estas cosas, pero no todos somos tan atrevidos. Si no te funciona el plan pasa al plan B: ¡búscate un amante! Suena un poco mal, pero si te lo curas bien te puede salir todo redondo. ¡Pero cuídate un poco más y no levantes sospechas! No quiero que tu marido y tus hijos sufran. ¡En esta vida hay que buscar soluciones, no debes quedarte de brazos cruzados
Cargando...
Cargando...
¡Margarita, como te entiendo! Yo en la vida he soportado los hombres así. Mis novios eran muy elegantes y nunca han tenido barba. Todavía recuerdo el perfume de mi primer novio... A casi todas las mujeres nos gustan los hombres que se cuidan. A mí los hippies no me molaban. ¿Qué le vamos a hacer? Hay gustos para todos. Yo creo que el problema tiene solución. Tienes que ir con tu marido de compras para poder cambiar de look. No hace falta mucho dinero para arreglarse. Ahora hay muchas tiendas baratas. Es verdad que hay crisis, pero tu crisis es tener a un marido al lado y dormir en camas separadas. ¡Arréglate, mujer! Seguro que tu marido va a empezar a cambiar para estar a la altura. Y sobre los kilitos de más no te preocupes, la mayoría los tenemos. ¡Ánimo!
Cargando...