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Hola, todo comenzó antes de la pandemia, estaba en la secundaria y estaba tratando de enfocarme más en mis estudios, pero por más que trataba no conseguía los recursos como libros o buen material, poco a poco me dí por vencida y llegó la presión social, cómo fuí tan tonta que descuidé mi alimentación?, eso no se lo deseo a nadie, eso de que tenemos que estar regias cuando somos adolescentes y que por eso hay que dejar de comer cuando tenemos un montón de hambre fue una de las cosas más horrible que me sucedió. Fueron unas amigas que tuve y que no eran una buena influencia, una de estas amigas era inteligente, sacaba buenas notas, y cuando le pedías que por favor te explicará ese algo que no entendiste no te explicaba y te ignoraba, hacía como si no te escuchara, pero cuando de popularidad se trataba hacía de todo, a alumnas populares hasta les prestaba su cuaderno para que copien todas sus respuestas, y no era porque la trataban mal, esas alumnas populares si eran bonitas, iban a karaokes a tomar con chicos guapos de la secundaria y eran "locas", y no sé, pero eran populares, creo que eran populares porque salían con los chicos guapos, bueno esa amiga inteligente era una interesada, solo para que hablen bien de ella les ayudaba académicamente y todo, pero cuando yo le preguntaba sobre algún ejercicio que no entendí ni siquiera me tomaba importancia, y me arrepiento de no haber sido valiente y alejarme de esa persona. Algunos se preguntarán pero no tuviste a tus padres para que te ayuden de alguna manera o a herman@s, lamentablemente no es cierta forma, no en cierta forma, incluso cuando era más pequeña yo era tímida, tímida de tímida eh, eso porque desde los 6 hasta los 8 años yo estuve en una escuela del gobierno, y ahí los niños eran muy toscos, ellos si que trataban mal, no eran nada compasivos, te robaban tus cosas en el recreo y las chicas eran como ay mira su muñeca que lindo y hablaban de esas cosas que a mí no me entretenía mucho, la verdad no era tan creativa y yo quería jugar esas cosas como deporte, no me importaba si era fútbol, voley, básquet, analizando todo eso creo que me gustaba ser productiva, me interesaba ser una de las mejores alumnas, no soberbias por eso, sino ser mejor cada día pero sin dañar a los demás, sino más bien ayudarlos, pero tuve esa mala suerte de que todas las personas con las que me rodeaba eran superficiales, mis profesores dictaban clases por dictar y la dictaban cómo si nos estuvieran renegando, de mal humor y no podías ni preguntarle porque se molestaban, a mis compañeros menos. Llegó el momento de la secundaria y no aprendí mucho la verdad, tampoco había buena enseñanza, algunos sí, eso porque no tuvimos mucho dinero para irnos a mejores instituciones yo y mi hermana. Qué pasa?, qué mi hermana siempre les decía que era una antisocial en la secundaria, en la secundaria yo era más amigable o eso intentaba, y sí llegué a tener una amiga excepcional, era buena persona, también le gustaba estar bien académicamente, no era una interesada, ella fue una de mis mejores amigas, hasta que tuvo que mudarse de ciudad, nos alejamos y fue un cambio terrible para mí, no hubo manera de comunicarme con ella, estuve en soledad, ni mascotas tenía, solo estaba yo. Bueno, cada vez que mis padres me preguntaban sobre mis amigos y si es que todo estaba bien, yo les respondía que sí, todo estaba bien, les decía que tenía buenos amigos y que ya me iba mejor en mis calificaciones, les decía eso porque tenía la esperanza de hacer buenos amigos, en cuánto a mis calificaciones si que estaba mejorando, pero cada vez que yo les decía eso mi hermana les decía que yo era antisocial, y lo peor es que mis padres le creían a ella, yo no tenía la confianza para contárselo a nadie, cuando les trataba de contar esto a mis padres me culpaban a mí o eran muy fríos, nunca me dieron un abrazo cuando lo necesite, solo cuando sacaba buenas notas me daban un abrazo felices, pero cuando yo estaba pasando momentos difíciles me decían que ay me haces perder mi tiempo, y si te llevo al psicólogo lo que te va decir es que la vida no es fácil y ay que seguir adelante nomás, no hay de otra, tanto me decían eso que yo terminé creyendo eso, mi hermana se la pasaba con sus amigos falsos, cuando yo cocinaba la cena con mucho amor para mi familia a los 12 años, mi hermana me dijo eres una tonta porque les cocinas su comida, te la vas a pasar como ama de casa en su vida?, qué vergüenza, vas a ser como una sirvienta para nosotros, y se fue. Así cuarto a echarse en su cama, yo me sentí muy mal, me lo dijo con un tono tan hiriente, tan mal que con todo lo mal que estaba mi corazón, cuando me dijo eso ya no pude soportar cosas así, me derrumbé, perdí toda la esperanza. Empezé a discutir con mi hermana, era muy floja no hacía nada más que ensuciar la casa y comprarse solo ropa y tratar de verse bonita, mis padres solo decían que no discutamos, que nos amemos, claro yo accedí pero mi hermana seguía en lo mismo, yo me cansé, ella se enojaba conmigo y yo me empezé a comportar como si fuera una floja y la casa paraba mal. Ya ni me interesaba el estudio, nada, mis padres siempre trabajando por ganar más dinero, mi hermana una floja, mis profesores en vez de explicar nos hacían confundir, y mis compañeros decían que era aburrida. Cada vez que tenía que exponer en clase, sentía mucho miedo, porque me sentía la peor persona del mundo, yo misma creía que era aburrida, no quería ni salir al recreo porque me miraban como si fuera rara, perdí total confianza en mí misma, este sentimiento se fué acumulando y acumulando hasta que me dije para que sigo en este mundo, creo que no puedo aportar nada a este mundo, soy inútil, y cada vez que trataba de llorar no podía, me lo aguantaba porque mis padres estaban en la casa y no quería preocuparlos, hasta que hubo un momento donde estaba yo sola en la casa y quería suicidarme, no sé cómo pero no podía llorar por más que trataba no podía, hasta que trate de acordarme de todo los malos momentos que tuve y empezé a llorar, lloré a mares, grité aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa,

Es fundamental que busques apoyo de adultos de confianza, como tus padres, un maestro, un consejero escolar o un profesional de la salud mental. Ellos pueden brindarte el apoyo que necesitas en este momento difícil. Si te sientes incapaz de hablar con tus padres directamente, intenta encontrar a alguien más en quien confíes y que pueda ayudarte a comunicarles tus sentimientos y preocupaciones.

Además, existen líneas de ayuda telefónica y servicios de apoyo disponibles en muchos países, donde puedes hablar con profesionales capacitados que te brindarán apoyo emocional y te guiarán hacia los recursos adecuados. No tengas miedo de pedir ayuda, ya que es un paso valiente y importante para mejorar tu situación.

Recuerda que eres valioso/a y mereces recibir apoyo. Aunque parezca difícil en este momento, hay esperanza y ayuda disponible. No estás solo/a y hay personas dispuestas a ayudarte.

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