Cuantos más años tengo, más egoista me vuelvo ¿Por qué me ocurre esto?

¡Hola, Jorge! ¡Feliz cumpleaños! Veo que no solo cumples los años, parece que también es el día de tu santo, tus padres son muy tradicionales, parece. Sobre lo que nos preguntas te diría que no tienes razón. No eres más egoísta con los años, lo que pasa que ya te exiges demasiado, que eres egoísta. No me lo creo, con la edad somos más sabios. A lo mejor has reducido tu círculo de amigos y te sientes más egoísta, suele pasar. A mí a veces me pasa, no te lo voy a negar. Creo que la madurez nos hace más selectivos, no más egoístas.

Yo creo que nos volvemos más egoístas con el tiempo porque necesitamos más cariño que nunca. A medida que avanzamos en la edad empezamos a sentirnos más solos, estamos viendo como muchos amigos desaparecen y empezamos a sentir miedo. Sentimos miedo a la hora de conocer gente nueva, miedo de implicarnos para no sufrir. Nos construimos un caparazón imaginario y nos escondemos detrás de él.  Muchos de nosotros somos conscientes de esto, pero seguimos haciéndolo pensando que así dejaremos de sufrir. ¡Qué equivocados estamos, querido amigo! Nunca dejaremos de sufrir, la vida es una cadena de alegrías y tristezas, pero no están colocadas en series.

En la juventud todos somos mucho más abiertos, tenemos más ganas de vivir y de conocer gente y lo damos todo por el simple hecho de tener toda una vida por delante. Avanzamos en la edad y nos agarramos fuerte a lo que tenemos, nos asusta el mundo y ya no damos nada sin tener algo a cambio. A la mayoría nos pasa esto, pero mi mujer sigue igual que siempre. No ha perdido la fe en la humanidad y sigue dándolo todo por amor, es algo que no todo el mundo lo hace. Creo que es su felicidad más grande, me costó años entenderla.

Yo creo que nos volvemos egoístas con la edad porque hemos aprendido a querernos a nosotros mismos más que a nadie. También lo hacemos porque ya no confiamos tanto en la humanidad. Hemos sido decepcionados, hemos sufrido lo nuestro y, como nos queda menos vida que antes, queremos guardarla solo para nosotros. Yo no consigo ser así, me he quemado muchísimas veces, pero sigo más o menos igual.  Ya no confío en la gente, pero sigo ofreciendo mi corazón, soy irremediable.  No te preocupes por cómo eres ahora, seguramente estarás bien encaminado. Si piensas que no, todavía estás a tiempo para cambiar.

¿Egoísta con la edad? Yo creo que esto no tiene nada que ver, yo sigo igual y nunca voy a cambiar. Ahora he aprendido mucho más que antes, pero puedo decir que la edad no me ha cambiado para mal, todo lo contrario. He aprendido lo que de verdad importa en esta vida y lucho por ello. Lucho por mis amigos y por mi familia, sobre todo por mis hijos. ¡Tengo tanto amor que ofrecer! Además, pienso que el amor nace amor, que ofreciendo recibo más y mi capacidad de amar se duplica o triplica. Me encanta sentirme útil y me encanta amar.