Buenas. Me dirijo a ustedes con un dilema profesional y moral para el cual necesito consejo que sinceramente no sé donde buscar. Por suerte existe este foro, y agradezco ya de antemano todos los comentarios que me puedan dar. Bueno, pues la historia es que tengo un un compañero de trabajo que le roba a la empresa. Y no es que robe unos folios y unos bolígrafos como hace todo el mundo, sino que con trucos contables roba poco a poco cantidades de dinero que al cabo del año suponen un pico invisible pero importante. Hace tiempo que descubrí cierta anomalía en las cuentas, lo he seguido durante un tiempo y ahora tengo evidencias, y me encuentro, claro, en una situación muy incómoda, debería decírselo al jefe (si no lo hago soy automáticamente un encubridor) pero por un lado no soy un chivato, y, por otro, temo las represalias.
Cargando...
Estimado Sr., yo llevo ya unos cuantos años, sino muchos, trabajando como secretaria en una compañía comercial importante a nivel nacional y tengo que decirle que he visto de todo y me he tenido que tragar muchas cosas, sobre todo cubriéndole las espaldas a mi jefe, con descuadres, desfalcos a la tarjeta de gastos de la empresa, regalos muy caros para la amante a cuenta de la empresa... Y a pesar de no estar en absoluto de acuerdo siempre he actuado con colegialidad, anteponiendo la persona a la empresa. Es decir, nunca se lo he dicho a un jefe superior, sino que he hablado con mi jefe intentando mantenerlo a raya. Si se lo hubiera dicho a un jefe superior, yo hubiera perdido el trabajo y a mi jefe le habían puesto otra secretaria que muy probablemente cerraría los ojos.
Cargando...
Hola. Yo estoy con LaFaraona, hacer de chivato y decirselo al jefe no solo no ayuda a la empresa sino que puede tener, aunque parezca contradictorio, consecuencias muy negativas para tí a nivel profesional: en primer lugar, porque los jefes siendo también personas tienen seguro muchos asuntos que tapar, y un chivato no es una persona en la que confiar sino una amenaza, que nadie quiere tener cerca. Así me lo cuenta un amigo que se dedica al Coaching de organizaciones. Yo, en tu lugar, utilizaría más la inteligencia que la ética profesional: Habla con él, déjale caer que lo sabes y hazle saber que lo hecho hecho está, pero que no vas a cubrirle las espaldas si sigue robando. Ánimo!
Cargando...
Cargando...
Cargando...
Cargando...