¡Saludos a todos! Soy un hombre de 39 años, casado y con un hijo maravilloso. Me casé muy enamorado y me considero una de las personas más felices de este país. Mi esposa y yo llevamos tantos años juntos que ni me acuerdo exactamente los años que hemos pasado juntos. Tengo un problema y siempre lo he tenido. Me gusta la bebida, siempre he tomado alcohol. Hasta ahora mi querida esposa se lo ha tomado en broma, pero estoy notando que a partir de ciertas edades ya no hace gracia. Me ha dicho que debo escoger entre la bebida y ella. Yo le he dicho que para mí ella es muy importante, pero sigo pensando que una copita de vez en cuando no está nada mal. Veo que se lo está tomando en serio, últimamente me está ignorando. Tengo miedo que la bebida acabe con mi hermoso matrimonio. ¿Puede mi tendencia a la bebida acabar con el matrimonio tan hermoso que tengo?
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Querido Daniel, la bebida puede acabar con todo lo que es hermoso, incluso contigo. Hace unos meses empecé a escribir en este foro y conté la experiencia que tuve con mi padre, pero por si no lo sabes, te lo voy a contar. Mi padre ha sido alcohólico casi toda su vida, hoy en día no bebe porque ya ve el hombre que le queda muy poco tiempo. Es muy difícil para una esposa escuchar a un marido borracho, imagínate para los hijos. No sé si los tienes, pero me asusta la idea, me hace revivir el pasado. Mi madre no se separó de mi padre porque ha sido educada a “aguantar”, pero tu esposa es joven e inteligente y no creo que te aguante más tiempo. ¡Deberías hacer algo al respeto!
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¡Hola, Daniel! Yo soy una persona viciosa, pero el alcohol nunca me ha gustado. He probado de todo en mi vida, pero el alcohol es algo que nunca me llamó la atención. Es la peor droga que hay, es cierto lo que se dice. Te quiero contestar a la pregunta con otra: ¿Cuánto bebes? Si bebes una copa de vino al día no pasa nada, otra cosa es que tomes vodka para desayunar. El alcohol ha acabado con muchas relaciones, como cualquier vicio, pero hay excepciones. Yo conozco parejas que lo llevan bien, incluso se compran botellas para beber juntos. Todo depende de la cantidad y de cada persona, pero veo que a tu esposa ya no le gusta verte borracho.
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¡Hola, Daniel! Yo tengo unos amigos que se separaron hace unos años por culpa de la bebida. El marido empezó como tú, pero al final perdió el control y el alcohol hablaba por sí solo. La mujer le dejó a pesar de quererle con locura. ¡Tienen dos hijos en común, imagínate el panorama! Yo te digo que no hay que jugar con el fuego porque te puedes quemar. Si eres tan feliz con tu esposa ¿por qué necesitas tomar alcohol? No hay quien os entienda, de verdad. Debería invitarla a cine o adonde te apetezca en vez de comprarte bebidas. ¡Mucho cuidado con lo que haces!
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¡Buenas tardes, Daniel! Mi tendencia a la bebida me ha aislado de la sociedad un tiempo. Después del divorcio solo voy a trabajar y después paro en el bar para tomar unas copas. Llego a casa y no salgo más. Los días que no bebo no quiero encontrarme con nadie por la calle, estoy muy avergonzado. La gente del pueblo me conoce y sabe que soy municipal en el pueblo de al lado. ¡Imaginaos el panorama! Me da miedo que algún día el alcohol me perjudique demasiado. Llevo una semana sin tomar nada, pero me siento inútil y aburrido. Una amiga mía dice que es algo normal, ya que su padre ha pasado por eso también. ¡Vamos a dejar la bebida, Daniel, antes que acabe con nosotros!
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