¡Buenas noches a todos! Soy un hombre de 60 años, casado en segundas nupcias con una mujer de 55 años que tiene un hijo de 30 años. Es como si fuera un hijo para mí, ha vivido conmigo y con su madre más tiempo que con su propio padre, pero nunca hemos tenido demasiada confianza para poder aconsejarle sobre temas importantes. Hace poco este chico ha cambiado demasiado y sale mucho con gente de fuera, creo que son pequeñas bandas. No sé si son peligrosos, pero mi hijastro ya es más agresivo que de costumbre. Su madre se queja mucho y yo no sé cómo controlarle, no estoy preparado para esto. ¿Qué hago?
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Carlos, yo creo que deberías averiguar con quien se junta su hijastro y luego intentar a tomar medidas (si hace falta). No toda la gente de fuera es peligros, igual que en nuestro país. No podemos pensar mal de todos los que vienen a este país, muchos de ellos vienen porque la necesidad les empuja hasta aquí. Bueno, creo que no puede controlar a un hombre de 30 años. El chico ya tiene el carácter bien formado y no se le puede manejar como a un bebé. Creo que deberían invitar a sus amigos a casa y observar su comportamiento. A lo mejor le sorprende. Si ustedes ven que no son de fiar hable con su hijastro de hombre a hombre.
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¡Si un hijo es muy difícil de controla, imagínate un hijastro que ya es un hombre hecho y derecho! Lo que te ha caído es gorda y reza que no esté metido en alguna banda. ¡No me extraña que su madre esté preocupada! Deberías hablar con él y ponerle los puntos sobre las i. Si no se porta adecuadamente que se busque otro sitio para vivir. Yo creo que esto es entendible. Bueno, no quiero estar en tu piel, el que tiene hijos siempre tiene responsabilidades y algún problema. Te lo digo yo porque soy madre y padre al mismo tiempo.
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Yo creo que debería hablar con su hijastro, creo que deberían hablarlo entre los tres: su esposa, su hijastro y usted. No sería justo tomar decisiones a sus espaldas. Controlarle no es posible, ya no es un niño, creo que ya es responsable de su vida. Tienen que hablar con el sobre sus amistades, es la persona más adecuada para hablar de su vida. A veces la gente habla sin conocimiento de causa, sobre todo de la gente de fuera. No siempre es verdad lo que se dice y no siempre hay fuego donde sale humo. Tiene que ser más directo y poner las cosas sobre la mesa. ¡Ánimo!
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