Me siento como si no me quisiera nadie, no sé si tengo razones para seguir viviendo

Amigo mío, eres demasiado joven para pensar así. La vida es muy dura, pero hay que seguir viviendo, no nos queda otra. Yo cuando perdí a mi madre tenía más o menos tú edad… Desde entonces ya no soy yo. Mi madre era la persona que siempre sabía lo que era mejor para mí. Era mi seguro de vida, ella lo solucionaba todo. Lo que te está pasando es muy injusto. Yo he tenido suerte y no me ha pasado nada por el estilo. También te digo que he tenido la mejor tutora del mundo. Nos conocía muy bien a todos y sabía cómo mantenernos unidos. Esto influye mucho.  Tienes que luchar para salir de esto, empieza por contárselo a alguien más. Ánimo!

¡Chico, qué fuerte lo tuyo!  Tengo una hija de 12 años, como ya lo he comentado en otras ocasiones, y me da miedo todo esto. La adolescencia es una etapa muy difícil. A mí de pequeña también me hacían bullying. En aquella época nadie se enteraba de nada, eran cosas de niños y nada más. Es muy duro, pero tienes que ser fuerte. Tienes que hablar con tus padres, seguro que te ayudarán. Habla con algún profesor, con alguno que tengas confianza. ¡No puedes seguir así! Hoy en día en los centros educativos (supongo que lo sabes) hay personas que están ahí para resolver estos problemas. He leído otro día que hay un policía y todo.¡Ánimo!

Cada vez que leo cosas así me transformo en un revolucionario, ya no soy yo. Ahora mismo me siento impotente por no poder ayudarte. Lo que puedo hacer lo hago desde aquí. Conozco muy bien este “juego” de los adolescentes. Si una persona es diferente parece que ha perdido todos sus derechos. La culpa es de este sistema en el que vivimos. Creamos monstruos porque no invertimos en educación. Los profesores deberían tomar medidas urgentes contra estos chicos, no sé porque no lo han hecho. La mirada de un adolescente triste es fácil de interpretar, no entiendo porque no se han dado cuenta. ¿Dónde está la empatía, señores?

Tú mensaje me ha emocionado mucho…Me acordé de una amiga mía de la infancia. Cuando tenía 17 años se suicidó…Es difícil hablar de esto, sobre todo porque me siento culpable… Me siento culpable por no estar a su lado en los momentos más difíciles de su vida. No me contó nada de lo que le pasaba. Yo notaba tristeza en su cara, pero no fui capaz de entender lo que pasaba realmente. Después de unos meses su madre me entregó su diario. Todavía siento lo que sentía en aquel entonces…a mi amiga le hacían la vida imposible en su instituto. Se metían con ella porque era diferente. Cuando leí tu mensaje me asusté y me costó escribirte, no me veía capaz. Luego pensé que era mi deber, mi deber de decirte que la vida es maravillosa, que todo esto va a pasar y que puedes contar con las personas queridas. Muchas veces los padres o los amigos no nos damos cuenta de lo que pasa, por esto tienes que hablar, tienes que gritar si hace falta, pero nunca abandones la lucha. Sí, la vida es una lucha, pero merece la pena luchar. ¡Ánimo!

Me emocionó mucho tu mensaje porque yo he pasado por lo mismo cuando tenía tu edad. Pensaba que el mundo ha evolucionado y que estas cosas ya no pasaban…. Veo que no es así y me duele. No te voy a decir cómo me sentía yo en aquel momento porque esto ya lo sabes de sobra. Te voy a decir lo que me ayudó a salir de todo esto. Empecé a buscar amigos fuera del instituto, amigos parecido a mí. Parece mentira, pero hay gente como nosotros. Me ayudaron recuperar la confianza en mí misma. Yo tuve la suerte de tener una profesora extraordinaria que supo ver lo que me pasaba. Ella me ayudó. Empecé a evitar a esta gente. ¿Cómo? Siempre salía del Instituto acompañada, a veces por la puerta de los profesores. No les miraba y no les contestaba. Empecé a sentirme más segura y volví a contestar en clase. Tenía un diario donde escribía todo lo que me pasaba, empecé a escribir muchas cosas más. Al final dejaron  de meterse conmigo, a dos de ellos los expulsaron y los demás empezaron a tratarme bien. Acabé el bachillerato organizando la fiesta de fin de curso. Todo es posible, aunque parezca muy duro. No te puedo asegurar  que todo esto desaparezca , se queda dentro de nosotros para siempre, pero también nos ayuda a ser mejores personas. ¡Ánimo!