Mi marido me ha pegado en un acceso de rabia. ¿Le dejo o le perdono?

Hola. Una amiga mía pasó por una situación parecida. Hablaron, ella lo perdonó, tomaron conciencia que pase lo que pase el respeto y el amor tiene que estar por encima de todo y la situación no se ha vuelto a repetir.  Es normal que te hayas asustado porque no podías esperarte una cosa así de alguien que te quiere. Pero seguramente no ha sido él sino su ira quién lo ha hecho. Todavía estás en estado de shock, necesitas aún unos días para tranquilizarte y ver las cosas más claras. Quizá puedas al menos escribirle y decirle eso, que necesitas unos días y que tenéis que hablar de todo lo que ha pasado y ver como van a ser las cosas en el futuro, y, por supuesto, que algo así no se puede repetir. Para mi lo mas importante es que no olvides porque habéis estado hasta ahora juntos, y que es lo que os une, que es lo que os ha unido siempre; piensa en esas cosas que te hacen quererlo (porque todavía lo quieres sino no tendrías dudas) y en esos momentos bonitos que habéis pasado juntos. Tenéis que estar unidos en los momentos difíciles, para eso sois una pareja, ¿no?.

Bizet, lo siento pero no puedo estar de acuerdo contigo. Algo así no se puede permitir. Cuando te ponen la mano encima una vez, te la van a poner otra vez. La verdad que no es nada bueno que tu marido saque su frustración por el trabajo mediante la ira y la agresividad. Mi marido empezó de la misma manera: Malos modos, faltas de respeto, gritos, insultos y la primera bofetada. Y claro, siempre vuelve a haber una situación en la que se vuelven a perder los nervios y vuelve a haber una segunda bofetada. Nada más que una bofetada, pero nada menos. Yo decidí divorciarme y eso que tenía hijos, o sobretodo por ellos. Y no me arrepiento. Dale una oportunidad si lo quieres, pero a cambio de que vaya a ver a un psicólogo para tratar la forma en que gestiona su rabia y su agresividad.

Hola a todas. Siento mucho por lo que estás pasando, me imagino que no es fácil. Me gustaría dar otro punto de vista al tema, para ayudarte a reflexionar. Si bien es cierto que la violencia de género es un problema grave en esta sociedad, y que hay que darle visibilidad y que tenemos que tener tolerancia cero ante ella, creo que estamos todos demasiado sensibles al tema y que con ello se está creando una imagen y unos prejuicios sobre los hombres que no tienen porque coincidir siempre con la realidad. No puedes juzgar a una persona, tu marido, por una reacción, que si bien es ciertamente errónea, es una reacción aislada y se sitúa en un contexto determinado: una discusión tras un mal día. Todos tenemos días en los que tocamos fondo y no sabemos manejar nuestras emociones: somos humanos y nos equivocamos. Si de verdad crees que tu marido es un buen hombre, entiende que está pasando un mal momento, apóyale pero también hazle entender que esa no es la manera: Todos merecemos la oportunidad de aprender de nuestros errores.

Bueno, yo soy un hombre que hace unos años vivió la misma situación desde el otro lado. Fui yo él que en el calor de una discusión perdí el control y le dí una bofetada a mi mujer. Enseguida me arrepentí de lo que había hecho. He estado asistiendo a terapia psicológica para aprender a controlar mis emociones y no se ha vuelto a repetir. La terapia me ha ayudado mucho a entender como funciona y cual es el problema: Enfadarse -la ira- es una cosa normal, como la agresividad es una reacción natural, para la supervivencia, que hay que aprender a controlar y canalizar, al igual que otras emociones. Pero cuando se combina estrés, cansancio, mal humor y baja tolerancia a la frustración, el control de tales reacciones se vuelve más difícil. Por ello es importante no llegar a una situación en la que una discusión se convierte una pelea, y esto es cosa de dos. Es una cuestión de aprender a comunicar y a discutir de una manera respetuosa, y de saber reconocer en que momento es mejor dejar de discutir y enfriar la situación. Conflictos y enfados va a haber siempre, es una cuestión de aprender a enfadarse y discutir de manera adecuada; con el apoyo correspondiente, todo se puede aprender.