¿No pudo encontrar lo que busca?

¡PRUEBE NUESTRA BÚSQUEDA!

¡Hola, buenas tardes!  Soy alcalde de un pueblo de este maravilloso país (no puedo decir el nombre, ya me entienden) . Hace dos meses estaba en un pleno y una concejala de la oposición hizo un comentario muy feo sobre mi peso. No me ha gustado nada, incluso me he sentido ofendido. Hablé con mi mujer y me ha aconsejado apuntarme al gimnasio del pueblo, pero me resulta muy incómodo pedalear al lado de la gente, las burlas sobre mi peso estarían al orden del día. He decidido apuntarme a un gimnasio de fuera, así podré adelgazar sin crear rumores. No sé si he hecho bien tomando esta decisión, pero yo quiero verme bien. ¡Se va a enterar la concejala esta!

 

Cargando...

Yo creo que la opinión de los demás debería importarle menos que su salud. Es una buena decisión, perder peso es algo saludable cuando le sobra kilos, pero no debería hacerlo para demostrar algo a una persona, sobre todo a una concejala de la oposición. No entiendo porque se esconde, hacer deporte es algo admirable.  Yo si fuera usted me apuntaría a un gimnasio frecuentado por gente conocida, así más de uno se animaría a seguirle. Incluso le invitaría a la señora concejala que le acompañe al gimnasio. Debe tener cerca a sus rivales para conocer sus movimientos. ¡Ánimo, ALCALDE X!

Respuesta

Cargando...

Señor alcalde, yo creo que ha hecho usted bien apuntarse en el gimnasio de fuera, sé cómo es la gente y le entiendo perfectamente, sobre todo en los pueblos pequeños. Yo, cada vez que iba al pueblo de mi abuela, me llevaba muchos disgustos. La gente hablaba mal de mí y mi abuela sufría las consecuencias. Cuando adelgace y se presente delante de los concejales en el pleno, se va a reír usted de ella. ¡Qué mala es la envidia!  Seguro que le ha dolido perder las elecciones y ahora quiere atacarle por todas partes.  ¡En política hay que parecer siempre el mejor en todo, de esto se trata!

Respuesta

Cargando...

Yo creo que la gente debería ser más tolerante cuando se trata de gente con peso demás. No sé porque esta sociedad vende siempre lo mismo. Si usted está bien de salud, unos kilitos de más no creo que moleste a nadie. Cada uno es como es y a nadie le tiene que importar. ¿Acaso le compra esta señora la ropa? Seguro que ella tiene muchos defectos, debería usted contestarle para que aprenda a morderse la lengua. Nunca me ha gustado la gente envidiosa y mal hablada. En fin, si usted está contento haciendo deporte lejos de su casa, ¡me parece muy bien! ¡Ánimo!

Respuesta

Cargando...

Señor ALCALDE X, es cierto que las personas que trabajamos con gente somos propensas a todo tipo de comentarios. Creo que hay siempre algo de envida en los círculos más cercanos. Si usted considera que es mejor apuntarse a un gimnasio de fuera, me parece muy bien. Es duro a veces estar en la misma sala con personas que te comerían con la mirada. Yo tengo a veces problemas con algunas madres de los alumnos, sobre todo con las que no aceptan que sus hijos deben cambiar su actitud hacía el colegio. Volviendo a lo de antes, creo que sería mejor olvidarse de esta gente y disfrutar de la vida.

Respuesta

Cargando...

¡Yo creo que está usted en su derecho, a mí me parece una idea genial! Las personas importantes como usted, tienen que tener buen aspecto y cuidarse de los rumores. Creo que tomó la decisión adecuada, la gente de la misma localidad le hubiera intimidado y quitado las ganas de seguir haciendo deporte. Yo sé que la gente es envidiosa por naturaleza, pero a mí me divierte la situación. Seguro que esta señora ha perdido las elecciones y quiere llamar la atención. ¡Hay tantas personas que no saben perder!  ¡Bueno, me alegro que ha compartido su decisión con nosotros, somos una gran familia!

Respuesta

Cargando...