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¡Hola, buenas tardes! Me llamo Alberto y tengo 16 años. Vivo con mi madre, con mis dos hermanastros y con mi padrastro. Mis hermanastros tienen 16 y 18 años. Yo tengo 17. Hasta aquí todo bien, yo estoy muy contento que mi madre ha podido rehacer su vida después de la muerte de mi padre. Pero hay algo que no me convence. Mi padrastro me manda a hacer los peores trabajos a mí, cosa que nunca hace con sus hijos.  El otro día a mí me ha enviado a descargar los muebles de la mudanza y a mis hermanos ordenar su habitación. ¡A mí no me pareció justo, desde luego! ¿Pero qué hago?

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¡Buenas tardes a todos! Hoy me he metido en el foro para ver si hay respuestas para mí y he visto que el corrector ha puesto en vez de Agustín, Alberto. ¡Espero que no me habéis tomado por loco, es un error informático, nada más! Aprovecho para deciros que mi madre piensa que todo lo haces mi padrastro lo hace por mi bien. ¡Ojalá fuera así, de verdad! Pero yo creo que es imposible que me quiera igual que a mis hermanastros. Siempre las peores tareas son para mí. Parezco la Cenicienta en versión masculina. Este señor quiere lo mejor para sus hijos, pero debe entender que yo soy el hijo de su mujer y me merezco el mismo trato.
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Querido Agustín, no sé qué decir. ¿Tú has notado algo más en el comportamiento de tu padrastro? Es muy difícil una relación así, es casi igual que la relación suegra-nuera. Es muy difícil encontrar un padrastro o una madrastra capaces de amar de la misma manera a sus propios hijos y los de su esposa. No es nada imposible, pero depende de cada uno de nosotros. Yo si algún día me tengo que casar de nuevo sería capaz de querer a los hijos de mi pareja por igual. Me costaría acostumbrarme a ellos, pero seguro que los trataba a todos por igual. Este hombre a lo mejor piensa que tú puedes más que sus hijos y cuenta contigo para lo más duro. ¡No hay que pensar siempre en negativo!

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¡Agustín, no sufras cariño! Yo te entiendo perfectamente. Tú padrastro no te quiere igual que a sus propios hijos, es lo más normal del mundo, no eres sangre de su sangre. Yo siempre he dicho que los padres adoptivos no sufren tanto como nosotros, los padres biológicos. Yo no podría querer a otra niña más que a mi hija, lo tengo claro. Pero esto no significa que este hombre no te tenga aprecio, incluso cariño. Te manda los peores trabajos a ti para proteger a sus hijos, pero lo está haciendo mal. Yo a mi hija le mando muchísimas tareas para que sea autosuficiente. Quiero que el día de mañana no me necesite para nada.

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Querido Agustín, yo creo que tú ves a este señor como el hombre que le ha quitado el lugar a tu padre fallecido, pero no es así. Debe ser muy difícil perder a un padre, no quiero ni pensarlo. Es normal que este señor quiera a sus hijos más que a ti, seguro que tu madre te quiere más a ti que a sus hijastros. ¿Verdad? Además, es muy temprano para poder juzgar, lleváis muy poco tiempo juntos. Dale una oportunidad, a lo mejor te parece a ti y nada más. Alguien en este mismo foro te ha dicho que a lo mejor lo hace porque sabe que sus hijos no son capaces de eso.  Puede ser verdad.

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